Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

II Samuel 19, 36-44

36 Ochenta años tengo. ¿Puedo hoy distinguir entre lo bueno y lo
malo? Tu siervo no llega ya a saborear lo que come o bebe, ni alcanzo ya a
oír la voz de los cantores y cantoras. ¿Por qué tu siervo ha de seguir siendo
una carga para el rey mi señor?


37 Tu siervo continuará con el rey un poco más allá del Jordán, pero

¿para qué ha de concederme el rey tal recompensa?

38 Permite que tu siervo se vuelva para morir en mi ciudad, junto al
sepulcro de mi padre y de mi madre. Aquí está tu siervo Kimham. Que siga
él con el rey mi señor y haz con él lo que bien te parezca.»

39 Dijo el rey: «Que venga Kimham conmigo; haré por él cuanto
desees, y todo cuanto me pidas te lo concederé.»

40 Todo el pueblo pasó el Jordán. Pasó el rey, que besó a Barzillay y
le bendijo, y éste se volvió a su casa.

41 Siguió el rey hacia Guilgal y Kimham pasó con él. Iba con el rey
todo el pueblo de Judá y la mitad del pueblo de Israel.

42 En esto todos los hombres de Israel fueron al rey y le dijeron:

«¿Por qué nuestros hermanos, los hombres de Judá, te tienen secuestrado y
han hecho pasar el Jordán al rey, a su casa y a todos los hombres de David
con él?»

43 Todos los hombres de Judá respondieron a los hombres de Israel:

«Porque el rey está emparentado conmigo. ¿Por qué te ha de irritar
esto?

¿Hemos comido acaso a expensas del rey? ¿O nos hemos llevado alguna
ración?»

44 Los hombres de Israel respondieron a los hombres de Judá: «Yo
tengo diez partes en el rey y además soy el primogénito. ¿Por qué me has
menospreciado? ¿No hablé yo primero para hacer volver a mi rey?» Pero
las palabras de los hombres de Judá fueron más ásperas que las de
los
hombres de Israel.